
El prelado explicó que la juventud siempre es inquieta y que muchos jóvenes quieren progresar, pero no saben cómo lograrlo.
Estimó que todas esas protestas obedecen a las inquietudes que tiene la gente en los barrios, de los pueblos y campos, porque no ve la manera de lograr sus propósitos. Subrayó que si no se está lo suficientemente organizado para responder a las necesidades de las comunidades, es probable que surjan esas protestas.
De Jesús Moya reveló que el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, al referirse a las protestas, dijo que se deben a necesidades y promesas incumplidas de las autoridades. “La gente quiere que le den agua, energía y que le solucionen otros problemas y es lógico que eso crea inquietud y los pobladores de esos pueblos piensan como que no quieren actuar”, dijo.
No obstante, refirió que el dinero que hay en el país no alcanza para resolver todos esos problemas. Sin embargo, refirió que los mismos organizadores de las protestas se preguntan cómo hay para solucionar otros problemas y los que ellos plantean no.
El obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís comentó que el hecho de que no hayan sido capaces de resolver el problema del agua y de la energía, el problema de la salud y la educación, envía una señal de que somos atrasados o que somos un pueblo desorganizado que no sabe adónde va.
El religioso dijo que como esos grupos no pueden manifestarse de otra manera, entonces recurren al método de las protestas.
En ese contexto, afirmó que cuando haya un proyecto común de nación y que la misma gente se ponga a trabajar y opine sobre lo que se debe hacer, esos problemas tendrán otro rumbo. (LD)
0 comentarios:
Publicar un comentario